La Asociación Cultural Zansue, organización apoyada por el Programa FortaleSCiendo de Pastoral Social Neiva, cumplió este fin de semana con la jornada Invasión Cultural - 'Reconstruyendo Tejido Social con el Arte'.
Comunicación y Prensa
Pastoral Social Neiva
Con arte, cultura, música y bailes acrobáticos, se llevó a cabo el primer fin de semana de la jornada Invasión Cultural - 'Reconstruyendo Tejido Social con el Arte'. El espacio es organizado por la Asociación Cultural Zansue del municipio de Campoalegre y tiene como propósito abrir un escenario de formación y lúdica a los niños y jóvenes de los lugares más vulnerables de la capital arrocera del Huila. El pasado sábado, la toma cultural se cumplió en el barrio San Martín y el domingo, en el 12 de Octubre.
El espacio se desarrolla durante todo el día. En la mañana, los asistentes participan en talleres de teatro, arte circense, acrobacia, malabares y baile. Ya en la tarde, algunos de los aprendices muestran a los asistentes a la peña cultural lo que aprendieron. También hay espacio para el teatro infantil, protagonizado por los mismos niños del barrio.
Durante la Invasión del sábado 18 en el barrio San Martín, el grupo infantil de teatro de Zansue presentó la obra ‘Mimos y Arrullos del Agua’, en la que llevan trabajando un poco más de seis meses. Teatro con el que buscan hacer pedagogía del buen uso del agua y los recursos naturales. El domingo 19, el grupo pre-juvenil de teatro presentó en el barrio 12 de Octubre la obra ‘Que Canten los Niños’, la misma con la que Zansue se coronó campeón en el XII Festival Internacional de Zanqueros.
“Mostrarle a los niños y jóvenes de la comunidad otras posibilidades de aprovechar el tiempo libre, que existen otras cosas diferentes a las ‘telebobelas’, al sedentarismo, las drogas. Se quiere con esto generar también un cambio de mentalidad de las comunidades para reconstruir el tejido social”, subrayó Nasly Nohemi Quimaya, subdirectora de Zansue.
“Por medio del arte podemos construir”
Para Zansue, la cultura es un derecho. Por eso, consideran que es necesario acercar estos espacios a las poblaciones más vulnerables, con lo que contribuyen a mitigar las grandes desigualdades existentes en su localidad, su municipio y la región. El acceso libre y gratuito a la cultura es el camino para consolidar la paz y la reconciliación, recalcan estos jóvenes líderes.
“Queremos mostrarle a esta juventud otros rumbos, que la droga no es el camino, que por medio del arte podemos construir, que por medio del arte podemos ser mejores seres humanos. Los artistas nos caracterizamos por ser muy sensibles y nos interesa mucho nuestra comunidad. Y si sembramos arte y cultura podemos asegurar que nuestra sociedad puede cambiar”, dijo Nasly en entrevista.
El espacio no solo beneficia a los barrios donde llega la ‘Invasión’. Aledaño a los barrios San Martín y 12 de Octubre, se encuentran otros como Villa Gloria, Las Mercedes, Las Invasiones, San Carlos, La Esperanza, San Isidro Alto y Bajo, El Triunfo, La Libertad, entre otros. “La Invasión Cultural se hace periódicamente en varias zonas del municipio que son vulnerables. Sabemos que son muchísimas más, pero se escogieron por ahora cuatro. La idea es que esta sea la primera Invasión, y luego ir a otras zonas y ampliar el trabajo”, puntualizó la líder juvenil.
Entre zancos y risas
Johan Sebastián García lleva tres meses en Zansue. En medio de la timidez que demostró sentir (o tal vez se intimidó al ser entrevistado), ‘Sebas’, como sus amigos le dicen, asegura que el trepar las alturas en sus enormes zancos es “lo más bacano”. Dice sentirse valorado, se siente que es protagonista de su pueblo. “Yo por ejemplo voy a presentarme con un espectáculo con telas y eso es muy llamativo para la gente. El teatro me ha permitido viajar, conocer otros lugares y eso es muy bacano”, resaltó.
Por su parte, José Arley Falla, otro de los integrantes del grupo artístico, dice que en el año y medio que ya lleva integrando Zansue ha aprendido a ser mejor persona y a valorar la amistad. “Lo que he aprendido me ha gustado. Yo no soy de Campoalegre, yo soy de Neiva y me quedó gustando la formación. Lo más bacano de pararme en zancos es la adrenalina. Uno sabe que se puede dar unos totazos, pero vuelve y se para… eso es como en la vida: se cae y se para otra vez”, contó entre risas. Aquel sábado terminó entre risas y mucho dinamismo y energía ofrecido por don Gustavo Córdoba Soto, más conocido como El Hijuelapo.