Con mucho color y energía, la juventud católica y otros sectores sociales de Neiva marcharon por las calles de la ciudad, como símbolo de la renovación que necesita Colombia para avanzar hacia la paz.
Centro Diocesano de Comunicación y Prensa
Pastoral Social Neiva
Cerca de 800 personas caminaron ayer por el perdón y la reconciliación, en el marco de la 30° Semana por la Paz que organiza el Secretariado Diocesano de Pastoral Social de Neiva, la Comisión Pastoral Educativa y la Diócesis de Neiva. En esta ocasión, colegios públicos y privados y grupos católicos acogieron con beneplácito la invitación. La jornada se desarrolló a propósito de la beatificación por parte del Papa Francisco desde la ciudad de Villavicencio, del inmolado sacerdote Pedro María Ramírez, segundo beato y posiblemente primer santo de origen huilense. [Escuchar la entrevista con Mons. Froilán Casas, obispo de la Diócesis de Neiva, donde habla de la jornada Caminemos por la Recnciliación y el Perdón]
El trayecto inició en la carrera 12, frente a las instalaciones del Colegio Nacional Santa Librada, para tomar luego la calle 20, para bajar por la carrera 9. Posteriormente, se llegó a la intersección con la Avenida La Toma, para doblar hacia la derecha a la calle 10 y tomar la carrera 8, llegando así al Parque de la Música ‘Jorge Villamil Cordovez’. Estando allí, se inició con los actos protocolarios para dar paso a las palabras del Papa Francisco en su transmisión en directo en pantalla gigante desde Villavicencio. La gestión para los permisos para desarrollar este recorrido fue lograda por Pastoral Social Neiva.
Para Julieta Hernández, coordinadora de la Comisión de la Pastoral Educativa, es un logro importante que 20 instituciones educativas hayan participado de esta jornada, con sus bandas musicales, coreografías, bailes y la alegría característica de la juventud. Muchas de estas instituciones educativas que trabajan en actividades formativas y espirituales, por medio de los profesores de religión, con esta dependencia de la Diócesis de Neiva. La jornada rompió con las expectativas que se tenía inicialmente, teniendo en cuanta, otras jornadas, subrayó Julieta.
Teatro y danza por la reconciliación
Tres grupos de teatro fueron los que participaron de la jornada simbólica de reconciliación y perdón. Hablamos de la Escuela de Formación y Creación Artística Zansue, del municipio de Campoalegre (Huila), quien participó con 29 jóvenes montados su mayoría en zancos. Otro fue el Colectivo Teatral Econciencia, de Campoalagre, quien lo hizo con seis jóvenes. Finalmente, el Colectivo Artístico Creciendo en Grande, del barrio Cuarto Centenario de la Comuna 6 de Neiva, que participó con 16 artistas.
Al paso del desfile por la esquina de calle 8 con carrera 8, se le vio a Monseñor Froilán Casas Ortiz, obispo de la Diócesis de Neiva, apreciando muy contento el espectáculo. “Felicitar a la organización, al padre Hulfencio, al equipo de Pastoral Social, la presencia de los padres de familia, los colegios, la sinfónica del colegio, a las niñas del coro del colegio Yumaná, a la gente que se ve aquí en gradería del Parque Jorge Villamil Cordovez. En fin, la alegría de toda la organización”, resaltó el líder.
Escuchando a Francisco
Al término del recorrido, los asistentes al desfile se apostaron en las sillas acondicionadas para los espectadores en el Parque de la Música Jorge Villamil Cordovez, a donde se veía ya imágenes en pantalla gigante del Papa Francisco desde Villavicencio. Los huilenses esperaban ser nombrados por el líder de la Iglesia Católica desde la capital del Meta, pero no fue posible.
Sin embargo, todos estuvieron atentos a los diferentes testimonios muy conmovedores de las víctimas del conflicto, como Luz Day Landazury, víctima de las Farc; y Pastora Mira García, víctima de los paramilitares; y de aquellos que una vez hicieron parte de la guerra en Colombia, como Juan Carlos Murcia Perdomo, excombatientes de las Farc; y Deisy Sánchez Rey, excombatientes de las AUC.
“En esta trigésima Semana por la Paz que hemos venido organizado, estamos invitando una vez más a que nos sensibilicemos por la paz. Pero la paz sin justicia es un romanticismo inocuo. Es fundamental que primero acabemos todas las estructuras que afectan la convivencia. El profeta Isaías dice ‘cuando vengan las podaderas, cuando vengan los azadones y se acaben las espadas y las lanzas entonces vendrá la paz’. Es decir, de instrumentos de guerra hagamos instrumentos de trabajo”, puntualizó Monseñor Froilán Casas, minutos antes de iniciar la misa que precedió a las palabras del Papa Francisco en la transmisión de televisión desde Villavicencio.